Navegamos observando donde podìa haber movimientos en el agua,algo que nos indicara actividad para parar y hacer algunos intentos aunque no vimos nada.Ya llegando a la zona donde no falla nunca,un lugar donde el arroyo desemboca en la laguna de Coronda,y que se parece a un paraìso.Es ahì que paramos para probar suerte y tentar a los peces.
Grande fue la sorpreza que nos llevamos cuando encarnando con morenas medianas nos largamos al garete,increiblemente las tres cañas tuvieron piques de doradillos tras recorrer no mas de dies metros de garete.Automàticamente tiramos el ancla y cambiamos las morenas por señuelos de media agua y nos dispusimos a hacer los lances desde la embarcaciòn.Realmente fue un concierto de piques de doradillos de todos los tamaños,no fueron pocas las veces en que del mismo señuelo venìan dos piezas prendidas.De existir un artificial con 5 anzuelos triples,estoy mas que seguro que por cada uno de ellos vendrìa una monita queriendo robar su parte.
Viendo si podìamos mejorar los portes,lo gareteamos en un tramo de unos 500 metros a puro artificiales pero los mas grande que pudimos obtener rondaban los 3 kg,lo cual garantiza mas que una diversiòn.Al final de 3 horas de pesca habìamos obtenido medio centenar de doraditos muy vigorosos y combativos que fueron devueltos en su totalidad a su medio natural.Por supuesto que tambien erramos mas de medio centenar de piques que no se concretaron con la clavada.
Finalizada la pesca de los salmònidos,nos fuimos a un pocito a probar con las especies de cuero y de paso entrarle a unos sandwiches con bebida ya que estabamos famèlicos por no haber podido picar nada durante la mañana.Este lugar tambièn rindiò muy bien,ya que sacamos varios bagres blancos grandes y rechonchos,que en un par de casos superaron los 2 kg de peso.A esta especie se le sumaron los clàsicos bagres amarillos,que por estos momentos se siguen dando piezas muy robustas,mas 2 paticitos,que hicieron de la jornada de pesca,un dìa casi inolvidable.
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